La siniestralidad laboral entre los trabajadores autónomos creció en 2022. En concreto, el año pasado fallecieron 76 trabajadores autónomos mientras estaban trabajando. La cifra supone un incremento del 15,2% con respecto al año anterior.
La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha indicado que en 2022 los accidentes de trabajo de los trabajadores autónomos han superado los 32.370, casi 600 más que en 2021. De estos, 76 han sido mortales y 32.370 han conllevado baja, siendo más de 670 calificados como graves.
El presidente de UPTA, Eduardo Abad, ha asegurado que estas cifras “no son asumibles. Los autónomos no solamente sufrimos el estrés y las enfermedades profesionales, sino que además, ha aumentado el riesgo real de sufrir un accidente de trabajo grave o mortal”.
La organización de trabajadores autónomos reclama al Ministerio de Trabajo y Economía Social, al Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo y a las Comunidades Autónomas, que “redoblen los escasos esfuerzos que hacen para poner en marcha políticas efectivas que disminuyan de forma ostensible y gradual la aterradora siniestralidad que está sufriendo el trabajo por cuenta propia”.
La construcción aumenta un 1,5%
Por sectores de actividad, los más afectados son la construcción, donde la siniestralidad se ha incrementado en un 1,5%; el comercio y la reparación de vehículos a motor, aunque en este último sector la siniestralidad descendió en un 2,7% con respecto a 2021. Por su parte, se han advertido aumentos significativos de siniestralidad en sectores como la hostelería y el transporte, con un incremento del 8,8% y el 7,7%, respectivamente.
Así, por comunidades autónomas lidera la clasificación en términos de siniestralidad Andalucía, con casi 6.000 accidentes, seguida de Cataluña que supera ligeramente los 4.200 y de la Comunidad Valenciana que supera los 3.200.
UPTA ha denunciado que en ocasiones el incremento en la siniestralidad de los trabajadores autónomos se debe a que “detrás de estos datos se encuentran falsos autónomos o autónomos que trabajan en unas condiciones de precariedad desde el punto de vista de la prevención. Y esta precariedad es debida fundamentalmente a que la subcontratación de los servicios se hace en unas condiciones absolutamente inasumibles, tanto por los contratos leoninos que se ven obligados a firmar con otras empresas como por los tiempos de ejecución y entrega de los mismos”.